- Un cuaderno con obra del artista español, encontrado en la Biblioteca Nacional francesa, es el origen de un programa que entusiasmó a un público que llenó el Patio de honor del Castillo de Vélez Blanco
No hay certeza de cómo llegó hasta allí, pero la Biblioteca Nacional de Francia, en su sede de París, alberga un cuaderno de apenas 169 páginas que en la noche del miércoles hizo vibrar a más de dos centenares de personas en Vélez Blanco, a más de 1.700 kilómetros de disancia. Ese cuaderno, de letra limpia y caligrafía impecable según quienes lo han manejado, contiene una selección de ocho arias del compositor Antonio Rodríguez de Hita, nacido hace ahora 300 años justos y del que apenas nadie ha celebrado su centenario. Las arias están extraídas de las tres zarzuelas que compuso Rodríguez de Hita y fueron el eje central del programa que La Real Cámara, bajo la dirección de Emilio Moreno, llevaron al Patio de honor del Castillo de Vélez Blanco este miércoles. Un concierto en el marco del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco (FestiMUVB) que ha contado con el apoyo y el patrocinio especial de Acción Cultural Española, entidad pública dedicada a impulsar y promocionar la cultura y el patrimonio de España dentro y fuera de España.
Y, efectivamente, El Cuaderno del Emigrado. Programa conmemorativo del tercer centenario del nacimiento de Antonio Rodríguez de Hita (1722-1787), nombre del programa que la Real Cámara representó en el festival, es un proyecto no solo de música al más alto nivel, sino de recuperación patrimonial y de homenaje a uno de los compositores más relevantes del final del barroco en España . Por cierto, como recordó el director de la formación, homenaje en el que el festival de Vélez Blanco y Acción Cultural han puesto especial empeño en realizar.
La Real Cámara actuó sobre el escenario del castillo de Vélez Blanco junto a la soprano valenciana Aurora Peña y el tenor sevillano Francisco Fernández-Rueda. Cantantes e instrumentistas – Emilio Moreno, violín y dirección, Cecilia Clares, violín, Antonio Clares, viola, Mercedes Ruiz, violonchelo, Silvia Jiménez, contrabajo, Pablo Zapico, guitarra, y Eduard Martínez, clave– ofrecieron un concierto en el que predominó la zarzuela –del siglo XVIII, que apenas recuerda a la castiza más cercana– con un breve inserto de música religiosa en la segunda mitad de programa. Aurora Peña y Fernández-Rueda interpretaron con vigor, musicalidad y perfecta dicción las arias de las zarzuelas –la Briseida, Las segadoras de Vallecas y Las labradoras de Murcia– llevados de la mano por una excelente interpretación instrumental que el público agradeció con una larga ovación. Así, finalmente, el manuscrito perdido en Madrid y hallado en París tomó vida y pudo rendir homenaje a su autor, Rodríguez de Hita.
La Real Cámara es una formación creada por Emilio Moreno, su actual director, en 1992 a partir de un encargo del Consorcio Madrid Capital Europea de la Cultura. El objetivo inicial fue, y se mantiene tres décadas después, recuperar el patrimonio musical hispánico de los siglos XVII y XVIII e interpretarlo. La formación, fiel a su origen, lleva treinta años con ello, rescatando patrimonio musical como en el caso del programa puesto en escena en Vélez Blanco e interpretándolo por las salas más prestigiosas del mundo.
Emilio Moreno, el director de la formación, actúa regularmente como solista en recitales y conciertos de música de cámara por todo el mundo, es concertino de numerosas orquestas barrocas internacionales y, entre otras cosas, viola principal de la Orquesta del Siglo XVIII de Amsterdam, además de profesor de violín y viola barrocos en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC).
Aurora Peña, soprano, ha recibido ya numerosos galardones, como el Premio Extraordinario Ferrer-Salat en el Concurso Internacional Tenor Viñas 2021. En 2015 debutó en el Teatro Real y desde entonces ha interpretado numerosos títulos operísticos relevantes en espacios escénicos de todo el mundo.
El tenor, Francisco Fernández-Rueda, está considerado por la crítica como un cantante versátil, de hermoso timbre y gran presencia escénica y a pesar de su juventud tiene una carrera que le ha realizar numerosas grabaciones así como actuaciones con un repertorio que va desde el barroco hasta el Bel Canto del siglo XIX.