La Orquesta de Cámara de San Petersburgo actuó en la noche del jueves en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco y conquistó a un público que, entusiasmado, no dejó fácilmente de aplaudir al final del concierto. Dirigido por Juri Gilbo y con la argentina Nidia Palacios como mezzosoprano, la formación rusa intervino en el Patio de Honor del Castillo con un programa que otorgó especial protagonismo a Händel, Bach o Vivaldi. El resultado fue un repertorio de obras clásicas del barroco europeo que triunfó en Vélez Blanco.
El concierto tuvo momento especialmente brillantes, entre los que destacaron un bellísimo segundo movimiento del Concierto para oboe en re menor de B. Marcello, un también delicadísimo segundo movimiento del Concierto en re menor de Vivaldi o la interpretación de Grave, de J. G. Brenda. Tras los aplausos finales, la oboísta y la mezzosoprano, acompañados por la orquesta, ofrecieron un par de bises que entusiasmaron aún más si cabe al público.
La Orquesta de Cámara de San Petersburgo se fundó en 1990 y está compuesta por músicos graduados del renombrado Conservatorio Rimsky-Korsakov de dicha ciudad. La orquesta ofrece un extraordinario y amplio repertorio que abarca del Barroco a la música contemporánea, lo que la ha convertido en una de las formaciones de cámara más solicitadas de Europa. Su virtuosismo y extraordinario sonido la ha convertido en una orquesta que colabora habitualmente con solistas de prestigio mundial en las salas de concierto europeas más importantes y en numerosos festivales internacionales. En España, en esta ocasión, la orquesta tiene programadas tres citas: Valencia, Barcelona y Vélez Blanco.
La mezzosoprano Nidia Palacios debutó en Europa en Praga e integró el elenco estable de solistas del “Teatro Nacional de Kassel”, (Alemania) hasta 1999, lo que compatibilizó una intensa actividad como invitada en renombrados teatros europeos.
Por la tarde, antes del concierto, el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid Fernando Bouza ofreció la conferencia Propaganda grabada: la reutilización de estampas en la lucha política de los siglos XVI y XVII.