El maestro violagambista, acompañado de Xavier Díaz-Latorre a la guitarra y de Pedro Estevan en la percusión, recibió una ovación de más de 10 minutos y ofreció dos bises
Jordi Savall, una de las personalidades más polivalentes del panorama de la música antigüa en el mundo, elevó ayer el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco al lugar donde habita la belleza máxima. El grupo Hespèrion XXI, formado por el propio Savall, con sus viola da gamba soprano y la baja, por el gran Xavier Díaz-Latorre, con la guitarra, y por el excelente y casi mítico percusionista Pedro Estevan, trajo a Vélez Blanco el programa Folías y romanescas. Del Antiguo al Nuevo Mundo, un repertorio que completó una noche que se imaginaba perfecta pero que quizá superó incluso las expectativas.
Folías y romanescas. Del Antiguo al Nuevo Mundo es un recorrido por la música europea y americana del siglo XVI al XVIII especialmente variado, con mucha frescura, en el que los toques desenfadados no impiden que la música esté tratada con un rigor musicológico intachable. Hespèrion XXI propuso en el convento de San Luis –por el mal tiempo de la jornada, hubo que trasladar allí una actuación prevista en el Patio de Honor del Castillo– una propuesta con un perfecto equilibrio entre la musicalidad, la expresión y la técnica. Ello, gracias a la elegancia infinita de los acompañantes, que acompañaron al maestro Savall sin estruendo y de un modo especialmente equilibrado. El público lo agradeción con un aplauso final de 10 minutos que obligó a Saval y sus dos acompañantes a regalar dos bises a la audiencia.
Jordi Savall es un músico con más de cincuenta años de experiencia en los que ofrece siempre a su audiencia maravillas musicales abandonadas. Dedicado a la investigación de esas músicas antiguas, las lee y las interpreta con su viola de gamba, o como director. Sus actividades como concertista, pedagogo, investigador y creador de nuevos proyectos, tanto musicales como culturales, lo sitúan entre los principales artífices del fenómeno de revalorización de la música histórica. Es fundador, junto con Montserrat Figueras, de los grupos musicales Hespèrion XXI (1974), La Capella Reial de Catalunya (1987) y Le Concert des Nations (1989), con los cuales explora y crea un universo de emociones y belleza que proyecta al mundo y a millones de amantes de la música.
A lo largo de su carrera ha grabado y editado más de 230 discos de repertorios de música medieval, renacentista, barroca y del clasicismo con especial atención al patrimonio musical hispánico y mediterráneo. Sus programas de concierto han convertido la música en un instrumento de mediación para el entendimiento y la paz entre pueblos y culturas diferentes y a veces enfrentados. De hecho, fue nombrado en 2008 Embajador de la Unión Europea para el diálogo intercultural. Savall ha recibido las más altas distinciones nacionales e internacionales, que incluyen numerosos doctorados honoris causa o la insignia de Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.
El lunes ha sido el primer día de la Academia Barroca, con seis cursos de interpretación musical, y el seminario de historia. También se celebró la conferencia Música confinada, a cargo del profesor Esteban Buch, director de Estudios de la EHESS de París.