Íliber Ensemble recupera a Sebastián Durón en Vélez Blanco con la interpretación de su lamento musical por la caída de una dinastía y la emoción por la instauración de otra

  • La tarde comenzó con el paseo musical del grupo Essentia Ministriles, que recorrió algunos espacios emblemáticos de la localidad

Íliber Ensemble, grupo granadino magistralmente dirigido por el joven director Darío Tamayo, llenó todos los asientos de la Iglesia de Santiago de Vélez Blanco en una magnífica noche de interpretación y de recuperación del patrimonio musical español. Sebastián Durón, probablemente el mejor compositor español de música sacra y escénica de final del siglo XVII y principios del XVIII, hizo acto de presencia en el festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco (FestiMUVB) de mano de la Íliber Ensemble que ofreció el programa Música sacra para un cambio de dinastía: El Requiem y la Misa a la moda francesa de Sebastián Durón (1660-1716).

La propuesta de la formación dirigida por Tamayo tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera, la música fue el lamento ­–bellísimo lamento– por la caída de una dinastía, la de los Habsburgo, tras la muerte sin descendencia de Carlos II. En la segunda, la música se tornó júbilo y alborozo por la llegada de una nueva dinastía, la de los Borbones, en 1700. La formación musical ofreció un magnífico ejemplo de música  con textura y con sentimientos gracias, no solo a su gran elenco instrumental y sus solistas –  Laura Martínez Boj, tiple I, Lucía Caihuela, tiple II, Mikel Uskola, alto y Alberto Palacios, tenor–, sino a la inestimable aportación del Coro, también granadino, Tomás Luis de Victoria, cuya aportación resulta fundamental en el resultado final.

El público recompensó el buen hacer de una orquesta y un coro que ofreció su mejor versión en la iglesia velezana y –contra su previsión, “no tenía previsto hacer bis esta noche”, dijo el director– ofreció un pequeño bis de regalo que supo a gloria a los asistentes.

La jornada musical comenzó una hora antes del concierto en la Corredera de Vélez Blanco con un paseo musical del grupo Essentia Ministriles, que dirige Francisco Blay . Con el objetivo de mostrar el patrimonio renacentista del casco histórico del pueblo con la música como hilo argumental, el grupo de Blay hizo un recorrido de la Corredera al espacio de las Tercias. A lo largo del paseo se interpretaron piezas del Renacimiento que pudieron oírse hace siglos en estos espacios, pues está constatado un conjunto de ministriles que acompañaban los actos sacros y profanos en Vélez Blanco durante el siglo XVI. Los ministriles fueron agrupaciones muy populares en el Renacimiento. Tocaban en los oficios litúrgicos, precedían y daban brillo a las procesiones, anunciaban las fiestas, e incluso marcaban el comienzo de las ventas en los mercados. Su versatilidad les permitía alternar con delicadeza con los cantantes y también competir con el ruido de las plazas.

 

La jornada del martes noche no solo fue importante desde el punto de vista de la ejecución musical y todo lo que ello conlleva. Fue una noche importante para el patrimonio histórico y cultural español. Íliber Ensemble y su director andan empeñados en recuperar partituras que nunca debieron caer en el olvido. Y eso ha ocurrido con Segastián Durón y las obras que conformaron su aparición en el festival. Taedet a 10 con violines y flautas, lección segunda del primer Nocturno del Oficio de difuntos, Pelli meae a 8 con violines, lección segunda del tercer Nocturno del Oficio de difuntos y la

Misa de difuntos a tres coros con violines y flautas, las tres obras que representaron el lamento por la muerte de Carlos II y la Misa a cuatro coros con violines y clarín a la moda francesa, que dio vida a la alegría de la coronación de Felipe V han vuelto a los escenarios gracias a esta función en el FestiMUVB tras haber sido rescatados de los archivos en los que se encontraba. Hacía siglos que no se interpretaban –jamás juntos en tiempos modernos– e Íliber Ensemble ha tenido la sensibilidad de darles vida de nuevo ante el público.

Íliber Ensemble es una formación de cámara dedicada al estudio y la interpretación de música antigua con criterios historicistas e instrumentos antiguos, fundada en Granada en mayo de 2013. Darío Tamayo, su director y clavecinista, es también su fundador.  A su actividad artística une una intención investigadora que le ha llevado a recuperar y difundir repertorios del patrimonio musical barroco español que están en el olvido, como es el caso de parte de Sebastián Durón, el compositor nacido en Brihuega en  1660.  En 2017, llevaron a cabo su primera producción escénica, La guerra de los gigantes de Sebastián Durón, en coproducción con la Orquesta Barroca de Granada, que han recogido en su primer trabajo discográfico (IBS Classical, 2019). En 2019, han acometido su segundo proyecto escénico,  la ópera Dido and Aeneas de Henry Purcell, junto al Coro de Ópera de Granada.

El Coro Tomás Luis de Victoria se fundó en 1997 con una dedicación preferente a la música barroca española. Dirigida por Pablo García Miranda, la formación ha participado ha participado también en la conmemoración de los aniversarios de personalidades de la época renacentista, como Felipe II, Francisco Guerrero, Isabel la Católica, Tomás Luis de Victoria o Santa Teresa y en ciclos como el Festival de Música Sacra de Roma y Ciudad del Vaticano 2008, la 48.ª edición del prestigioso concurso internacional Seghizzi, en Gorizia (Italia), la conmemoración del IV centenario de Tomás Luis de Victoria con sendos conciertos en la Catedral de San Esteban de Viena y en el Festival de Música Sacra de St. Peterskirche (Viena) o el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.


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