Dos de las formaciones españolas más importantes en la interpretación de música barroca se han unido para poner en pie, casi tres siglos después de su plasmación en una partitura y de la última vez que se interpretó, la Ópera a 4, de Francisco Hernández Illana. El resultado fue una actuación conmovedora, con instrumentistas y solistas ofreciendo una sólida y emocionante noche de música barroca que el público que acudió a la iglesia del convento de San Luis agradeció con varios minutos de largas y sentidas ovaciones.
Fernando Aguilá, director de la ópera y fundador de El Parnaso Español, ha explicado que esta es “la obra que más he deseado hacer desde la fundación del grupo es, sin duda, esta ópera”. Aguilá recuerda que fue un regalo de un ejemplar recién editado de esa obra hace algunos años lo que despertó ese interés. Tras varios intentos frustrados, el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez que, en palabras de Aguilá, “apuesta de nuevo por la recuperación de músicas durmientes”, ha sido el impulsor de que “esta maravillosa obra por fin vea la luz”. Y eso ocurrió en la noche de este último viernes de julio en Vélez Blanco. Una música que no se había vuelto a escuchar desde que se escribió cobró vida de nuevo.
En su puesta en escena en el FestiMUVB, la responsabilidad de las voces recayó sobre los solistas del grupo Chiavette mientras que El Parnaso Español asumió la interpretación instrumental. Perfectamente dirigidos por Fernando Aguilá, sus violines, oboes, fatos, chelos, violone, guitarra, archilaúd y claves llevaron al auditorio –eclesial– una obra con una síntesis perfecta entre el estilo hispánico del XVIII y el nuevo estilo italiano, que introdujo recursos modernos entonces de moda, y que recuperó algunos más antiguos de la tradición de los compositores de Italia. Las cuatro voces de Chiavette –las tiples María Salas y Esmeralda Jiménez, el alto Javier Ares y el tenor Mariano Valdezate– abordaron las numerosas audacias armónicas del texto y supieron envolver y emocionar a un público que agradeció el esfuerzo de ambos grupos, extraordinariamente coordinados y convertidos en uno para la ocasión.
El Parnaso Español es una formación especializada en la interpretación historicista de la múscia anterior al siglo XIX y en la recuperación y difusión de nuestro patrimonio histórico musical. En el caso de la Ópera a 4 de Francisco Hernández Illana, por ejemplo, se trata de una loa encomiástica compuesta para la llegada a Burgos del nuevo arzobispo en 1741. Como una jugada del destino, el arzobispo llegó a la capital burgalesa procedente de Almería.
Por su parte, Chiavette, dirigido por Javier Ares, es el nuevo proyecto de la ya experimentada Antigua Capilla Hispánica, con 25 años de experiencia en los escenarios. Chiavette se centra en el estudio e interpretación del repertorio polifónico del siglo de oro y primer barroco español. Además, el grupo realiza frecuentemente Recorridos Sonoros, guías cantadas y teatralizadas por museos y espacios patrimoniales.