El Patio de Honor del Castillo de Vélez Blanco, amparado por su magnífica Torre del Homenaje, acogió en la noche del domingo Farándula castiza. Cartelera instrumental de corrales y coliseos, un estupendo programa diseñado y puesto en escena por el grupo asturiano Forma Antiqva en el marco del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco. El sexteto, como explicó al público su director, Aaron Zapico, eligió un programa de música española compuesta a mitad del siglo XVIII, porque merece la pena “reivindicar una música extraordinaria de la que debemos sentirnos orgullosos”.
Madrid era a mediados del siglo XVIII, en torno a 1750, un gran hervidero cultural, con una exacerbada creatividad musical, permeable además a otros estilos e influencias, de la música italiana principalmente. Esos aires italianos, y también franceses, se mezclan con los aires propios, “castizos”, según Aaron Zapico, y “la música en nuestro país alcanza un grado de excelencia, difusión y cuidado nunca visto. Influencia italiana y sabia convivencia son la alquimia de este triunfo”, resume Zapico. El resultado es una música “amplia de emociones transparentes y afectos directos”.
Y esa es la propuesta que Jorge Jiménez, Pablo Prieto, Ruth Verona y Pablo, Daniel y Aarón Zapico, los seis componentes para esta ocasión de Forma Antiqva, ofrecieron al público del FestiMUVB, que apreció la calidad del grupo con un muy largo aplauso al final del recital que llevó a los intérpretes a conceder un precioso bis a partir del descubrimiento, según contó el director de la Formación, de un curioso poema sobre el amor en la Biblioteca Nacional de España. Inmejorable broche para un concierto inolvidable.
Forma Antiqva es un proyecto artístico en común de los hermanos Aarón, Daniel y Pablo Zapico. Creado en Langreo (Asturias) hace más de dos décadas, está considerado como uno de los más importantes e influyentes de la música clásica en España. Con una formación variable que abarca del trío, con los mismos hermanos Zapico como solistas, a la orquesta barroca rodeados siempre por músicos de atractiva trayectoria, abordan de manera original y atrevida la práctica totalidad del repertorio de los siglos XVII y XVIII: desde la música ibérica de danza hasta las grandes obras corales de finales del Barroco, incluyendo el género operístico y la recuperación patrimonial de autores como Baset, Literes o Blas de Laserna. Invitados frecuentes en las mejores salas del país, les gusta presentar atrevidos programas siempre valorados por la cohesión y calidad de sus propuestas. Esa valentía, junto a la calidad de sus propuestas, les ha servido para conseguir numerosos reconocimientos.
Tras un fin de semana de conciertos, el lunes 26 de julio supone también el inicio de la actividad académica o formativa. En la mañana de hoy han comenzado los cursos de la Academia de Música Renacentista y Barroca, el seminario de Historia y el ciclo de conferencias.
La Academia de Música tiene su origen en 2002 y su antecedente es la primera Academia de Música de Vélez Blanco, nacida a finales del siglo XVIII para fomentar en esta villa el arte de la música. La Academia ofrece cursos orquesta barroca, de viola da gamba y consort de violas, de sacabuche y ministriles, de canto y de canto coral. Los asistentes ofrecerán un concierto mostrando al público el resultado de su trabajo el próximo sábado a mediodía en el convento de San Luis.
El Seminario Internacional de Historia, por su parte, está dirigido por los profesores Bernard Vincent, hispanista de l’École des Hautes Études de Paris, y por Francisco Andújar Castillo, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Almería. Este seminario consiste en la realización de ejercicios prácticos, a partir de documentación original, para que el alumnado aprenda cómo es el oficio de historiador. Se trata de mostrar cómo se trabaja, cómo se leen las fuentes documentales y cómo se analizan e interpretan.