En el claustro del Convento de San Luis Eduardo Paniagua y Música Antigua hicieron un recorrido desde la música del siglo XIII al siglo XVII en torno a un hilo conductor: El ideal caballeresco.
Como señaló el propio Paniagua, hasta la caída de Granada en 1492, España fue un campo de batalla en el que españoles, ya fueran castellanos, navarros, leoneses, aragoneses, catalanes, gallegos o moros, lucharon reino a reino, ciudad a ciudad por subsistir o por su primacía en la península. En este contexto los caballeros fueron protagonistas de la historia y en consecuencia los héroes de las leyendas, baladas y romances. El refinamiento sensual del Sur y la curtida virilidad del Norte entretejieron la caballerosa alma española.
España, país de dilatada caballería activa, ha dado en herencia a sus pobladores un carácter caballeresco e imaginativo. Hemos preferido los ideales a la realidad burda, y el valor de la aristocracia de espíritu se ha mantenido alto.
Para iniciar al público en esa música se partió de la época de Alfonso el Sabio y de sus Cantigas con una esmeradísima interpretación instrumental y vocal tan propia de esta Grupo. El recorrido siguió con la música que representa al héroe del Renacimiento, pudiendo escuchar piezas tan hermosas como la Pavana Bittre Reue (Mille regretz), Canción del Emperador” o las Recercadas 1 y 2 sobre “La spagna”
Concluyó el concierto con alusiones musicales a la ética del caballero en canciones tan deliciosas y populares en su momento como “La mañana de San Juan”, “No hay que decir el primor”, o la chacona “Un sarao”.
La presencia de Eduardo Paniagua y su Grupo en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco fue un regalo por la finura, excepcional interpretación, sabiduría y amor a la música antigua que derrochan en el escenario.
