• Centro histórico de Vélez Blanco
  • jueves, 25 Jul 2019 a las 12:00

Programa

Ministriles en día de fiesta

Comienza el paseo: Los Cinco Caños

  • Bransle el official  (Thoinot Arbeau)
  • Si d’àmor pena sentis   (Anónimo)
  • Bransle de chevaux   (Thoinot Arbeau)

Placeta del Mesón

  • Pavana de la guerra  (Claude Gervaise)
  • Fata- la- parte (Juan de la Encina)
  • Vieja  alemanda (Claude Gervaise)

Caños de la Plaza

  • Alemanda (Tylman Susato)
  • Gallarde (Claude Gervaise)
  • Jouyssance vous donnerai  (Thoinot Arbeau)

Puerta de la Iglesia de Santiago

  • Bransle gay (Claude Gervaise)
  • Amor que me cautivas (Thoinot Arbeau)
  • Rondó (Tylman Susato)

 

INTÉRPRETES

  • Narrador: Dietmar Roth
  • Percusión: Álvaro Garrido y Pablo Carmona
  • Contratenor y flauta de pico: Jorge Enrique García
  • Chirimía: Jacobo Díaz
  • Sacabuches alto: Carmelo Sosa y Juan José Saborido
  • Sacabuches tenor y bajo: Alejandro Olmo, Francisco Blay, Antonio Rosano y Antonio Salas
  • Dirección artística: Francisco Blay Martínez

 

Este paseo musical con el Grupo de Ministriles que dirige Francisco Blay propone conocer una parte del patrimonio renacentista del casco histórico de Vélez Blanco considerado como Bien de Interés Cultural (BIC), con la música como hilo argumental. Desde la Fuente renacentista de los Cinco Caños y siguiendo la línea de la antigua muralla medieval se llegará a la placeta del Mesón, lugar de encuentro desde el siglo XVI. Siguiendo la calle Hospital, en referencia al hospital que allí se instaló en el siglo XVI, se hará otra parada en otro espacio histórico, los Caños de la Plaza para, desde ahí, recorrer la vía principal del siglo XVI, la Corredera, hasta la puerta de la Iglesia de Santiago.

A lo largo del paseo se interpretan piezas del Renacimiento que pudieron oirse en estos espacios, pues está constatado un conjunto de ministriles que acompañaban los actos sacros y profanos en Vélez Blanco durante el siglo XVI.

Los ministriles fueron agrupaciones muy populares en el Renacimiento. Tocaban en los oficios litúrgicos, precedían y daban brillo a las procesiones, anunciaban las fiestas, e incluso marcaban el comienzo de las ventas en los mercados. Su versatilidad les permitía alternar con delicadeza con los cantantes y también competir con el ruido de las plazas.

Con este paseo nos acercaremos a lo que pudo ser el paisaje sonoro del Vélez Blanco renacentista en uno de sus días de fiesta.